Por primera vez desde 1843, se ha visto un oso pardo en Portugal, donde la UICN lo considera oficialmente extinto. Fue un apicultor del Parque Natural de Montesinho, Bragança (noroeste de Portugal) quien notó la presencia del oso después de que dañara sus colmenas. El apicultor informó al Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF), que a su vez envió expertos para examinar el sitio y tomar muestras de huellas, pieles y excrementos. Con base en esta evidencia, el ICNF confirmó la noticia. Los osos machos pueden recorrer distancias largas en busca de alimento y nuevos territorios. El oso avistado en Portugal procede probablemente de la población occidental de la Cordillera Cantábrica (España). Allí, la población de osos pardos ha amenazado hasta los 280 ejemplares en la actualidad según la Fundación Oso Pardo de España. Durante los últimos años se han observado ocasionalmente machos de la Cordillera Cantábrica deambulando por la frontera hispano-portuguesa. En la colaboración transfronteriza, el ICNF y las autoridades conservacionistas españolas monitorean los movimientos de los osos a medida que estos se extienden a nuevos territorios. El regreso del oso pardo a Portugal es importante por múltiples razones. En primer lugar, el oso forma parte del patrimonio natural y cultural portugués, y el público reaccionó con gran entusiasmo ante el avistamiento. En segundo lugar, el aspecto científico también es importante. Como dice João Azevedo, miembro de Euromontana del Centro de Investigação de Montanha, es interesante “ver cómo los osos usarán el hábitat y el paisaje, y cómo se verán afectados los ecosistemas y los paisajes. Es importante también en el análisis de la despoblación-abandono-renaturalización de las montañas en Portugal y otras partes de Europa”. La despoblación y el abandono de tierras tienen muchos efectos negativos, como el aumento de los incendios forestales. Pero también hay aspectos positivos, como un aumento en los servicios ecosistémicos y el regreso de especies icónicas de la vida silvestre como los osos. Esto está relacionado con el tercer aspecto: las oportunidades económicas. Dado que muchos ciudadanos europeos están interesados en los osos, las comunidades montañesas portuguesas pueden utilizar ese interés para generar ingresos sostenibles mediante, por ejemplo, la observación de osos o la creación de etiquetas y marcas de productos a partir de los territorios de los osos. Sin embargo, por el momento es solo un oso, y los expertos portugueses no están seguros de si es posible una población estable de osos en Portugal. Los osos requieren grandes áreas de hábitat continuo para alimento y refugio. De hecho, la extinción del oso en Portugal fue impulsada por el cambio de la cubierta terrestre y la fragmentación del hábitat. Además, los hábitats potenciales de los osos deben ofrecer suficientes fuentes de alimentos naturales para evitar que los osos se acerquen a los asentamientos humanos en busca de alimentos como colmenas o basura. Como actualmente solo existe un marco sobre la evaluación y compensación de daños causados por lobos en Portugal, ICNF recomienda el uso de cercas eléctricas para proteger las colmenas hasta que se disponga de más conocimientos sobre la presencia de osos en la zona. fuente: Euromontana
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